El primer ejemplo de este uso de la lengua se da en el origen de nuestro propio idioma
Podemos ver en el cuadro que nuestra lengua deriva esencialmente del latín. Fue a través del su uso regional que muto a lo que hoy conocemos.
Fernandito y el curso de linguisitica general.
Cuando Ferdinand de Seassure dicta el curso de linguistica general el advierte dos factores que provocan el cambio en el signo linguistico
La mutabilidad y la inmutabilidad.
¿Que es esto?
En pocas palabras el dice que la lengua no puede cambiar de un día para el otro. No puede uno levantarse simplemente un día y que las casas se llamen "chancho"
Aunque también aclara que la lengua si puede cambiar con el uso, porque en definitiva de eso se trata la lengua y el habla, del uso. La construimos entre todos, es un hecho social. El aclara entonces que con el uso la lengua puede mutar, pero que esos cambios se dan en periodos extensos de tiempo. (luego llegaran otras personas y ampliaran socio-culturalmente esta teoría de Seassure)
Mutabilidad:
Mutabilidad es la cualidad de mudar o cambiar con facilidad.
Dado el concepto de mutabilidad, nos preguntamos ¿las palabras cambian? Y las lenguas ¿se modifican?, pensemos fácilmente como ejemplo: hoy en día hablamos un castellano muy diferente del que se hablaba en el siglo XVI.
Entonces, la lengua cambia, es decir, evoluciona; dichas alteraciones alcanzan tanto la materia fónica como los significados, y esas modificaciones son producidas por el tiempo.
Hemos de notar que el tiempo tiene dos efectos, primeramente asegura la continuidad de la lengua, y en segundo lugar altera más o menos rápidamente los signos lingüísticos.
Ferdinand de Saussure subraya una verdad: La lengua se transforma sin que los sujetos hablantes puedan transformarla, por tanto la lengua es intangible (que no debe o no puede tocarse), pero no inalterable.
Los factores de alteración siempre conducen a un desplazamiento de la relación entre el significado y el significante.
EJEMPLOS:
En anglosajón la forma preliteraria fōt «pie» siguió siendo fōt (inglés moderno foot), mientras en plural fōti «pies» se hizo fēt (inglés moderno feet). Lo cierto es que hubo un desplazamiento de la relación; han surgido otras correspondencias entre la materia fónica y la idea.
Entonces:
El desplazamiento de la relación entre significado y significando es una consecuencia de lo arbitrario del signo.
La lengua no está limitada por nada en la elección de sus medios, pues no se adivina qué sería lo que impidiera asociar una idea cualquiera con una secuencia cualquiera de sonidos.
Ahora bien, nos preguntaremos, ¿en qué se funda la necesidad del cambio?
En parte la respuesta es que: el tiempo altera todas las cosas, y no hay razón para que la lengua escape de esta ley universal.
Pero la acción del tiempo sobre la lengua necesita combinarse con la fuerza social, es decir, la lengua sin la masa hablante no necesita oponerse al cambio con el tiempo.
Entonces al decir que el tiempo sumado a las masas hablantes, son la causa definitiva para alterar la lengua, descubrimos que la lengua ya no es libre, porque el tiempo permitirá a las fuerzas sociales que actúan en ella desarrollar sus efectos, y se llega al principio de continuidad que anula la libertad. Pero la continuidad implica necesariamente la alteración, el desplazamiento más o menos considerable de las relaciones significado-significante.
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